LA EUCARISTÍA
1. ¿Que es la Eucaristía?
La
Eucaristía es Cristo, que está bajo las especies del pan y el vino, que
representan el cuerpo y la sangre del Señor. Cristo se hace totalmente presente
en nuestra alma cuando comulgamos.
Si
conoce haber cometido un pecado grave o mortal, debe confesarse antes. Antes de
ponerse sobre el altar hay que reconciliarse con el prójimo. La Iglesia pide al
menos una hora de ayuno: es decir no tomar alimentos ni bebidas al menos desde
una hora antes de la sagrada comunión, a excepción sólo del agua y de las
medicinas. Una adecuada actitud (gestos, vestido) manifiesta el respeto, la
seriedad, la alegría que representa para nosotros recibir a Cristo en ese momento. Un signo de respeto es el vestir
adecuadamente, comportarnos bien y participar de la Misa, que también la Misa
nos ayuda a una buena preparación para recibir al Señor; es decir arreglar bien
el alma y el cuerpo.
3. ¿Por qué es importante recibir la
Comunión?
Recibir la Eucaristía en la comunión da como fruto principal la unión íntima con Cristo Jesús, las gracias recibidas en el Bautismos son renovadas.
Además, la comunión nos separa del pecado. Así como el alimento corporal sirve para
restaurar la pérdida de fuerzas, la Eucaristía (El Cuerpo y la Sangre de Cristo
) fortalece la caridad y esto borra los pecados veniales. Cristo reaviva
nuestro amor y nos hace capaces de ser mejores, ser más parecidos a él y así
nos ayuda a no cometer pecados mortales.
Busca más información en el Catecismo de la Iglesia Católica, números 1391 al 1395Recibir la Eucaristía en la comunión da como fruto principal la unión íntima con Cristo Jesús, las gracias recibidas en el Bautismos son renovadas.
3 Pasos claves para recibir la Eucaristía:En resumen, la Iglesia establece en el Catecismo los siguientes pasos para estar bien preparados:
1. Si conoces haber cometido un pecado grave o mortal, debes confesarse antes.
2. Cumplir el ayuno de al menos una hora antes de la Comunión.
3. Tener una adecuada actitud (gestos, vestido) que manifiesta el respeto, la seriedad y la alegría que representa para nosotros recibir a Cristo en ese momento.
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