Virgencita Guadalupe, dulce Madre, no alejes tu vista de mí. No te apartes de mí, ven conmigo a todas partes y sola nunca me dejes.
Gracias por tu ternura y tu ejemplo, por llevarme siempre a Jesús. Abrázame siempre y cúbreme con tu santo manto.
Y ya que con amor siempre me proteges, como verdadera madre, bendíceme en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario