En cuaresma el Señor nos invita a la conversión, al cambio de vida que se entrega a Dios y abraza al prójimo. Jesús nos da su ejemplo, Mateo 4, 1-11 y El mismo practica las tres cosas que debemos tratar de hacer en Cuaresma: Ayuno, Oración y Caridad.
Sus 40 días y 40 noches en el desierto son dedicados al ayuno y la oración, dos cosas que si imitamos con fe nos fortalecen para enfrentar las tentaciones de cada día.
Ánimate a programar tu semana, incluye cada día unos minutos para la oración de agradecimiento, de súplica por tus problemas y los de tus seres queridos, por la paz del mundo, etc.; unos minutos para ayudar a alguien en necesidad y finalmente un pequeño ayuno de aquello que no te beneficia hoy.
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