Institución de un Acólito y un Ministro Extraordinario de la Comunión

Profe. Olivia, Mons. Baltazar Porras y Profe. Fernando

Felicitaciones a nuestros compañeros del grupo de Catequesis: Olivia Rivera y José Fernando Gómez, quienes fueron instituidos como Acólito y Ministro Extraordinario de la Comunión, respectivamente.

La institución fue realizada por Monseñor Baltazar E. Porras, Arzobispo de Mérida, en el Santuario Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, durante la celebración de la Santa Eucaristía celebrada el día 12 de abril de 2015, fiesta de la Divina Misericordia. La misa fue concelebrada por el Rector del Santuario, Pbro. Ramón Olivo Gómez y el Diácono Edgar Rosales.

Estamos muy contentos por nuestros compañeros que con tanta dedicación se han preparado para llevar a cabo el testimonio de caridad en nuestra comunidad administrando la sagrada comunión a sus hermanos más necesitados y ayudando al sacerdote en lo que pueda necesitar.  

Veamos ahora que significa ser Acolito o Ministro Extraordinario de la Comunión.

¿Qué es un acólito?

Es un hombre que ha recibido de la Iglesia el ministerio de servir el altar y administrar la Eucaristía como ministro extraordinario.
El acólito asiste al diácono y al sacerdote al servicio del altar, y ayuda, cuando se le necesite, durante la celebración de la Misa. A un acólito se le puede confiar con la exposición pública del Santísimo Sacramento para la adoración, pero no puede dar la bendición.

El ministerio del acólito es reservado para los hombres únicamente y es conferido por el obispo de la diócesis de acuerdo a los ritos litúrgicos hechos con este propósito por la Iglesia.

Resumiendo: El acólito es instituido para el servicio del altar y para ayudar al sacerdote y al diácono. El se encarga de preparar el altar y los vasos sagrados y, si fuere necesario, distribuir a los fieles la Eucaristía, de la cual es ministro extraordinario.

¿Qué es un ministro extraordinario de la comunión?

Es un laico que ha sido instituído por el obispo, quién le confía el ministerio de poder comulgar la Eucaristía por sí mismo, distribuirla a los demás, llevarla a los enfermos y administrar el viático; por un período determinado.

Son hermanos de nuestra parroquia que están dispuestos a brindar un servicio a los más necesitados, es decir: a visitar a los enfermos, orar con ellos y llevarles la Sagrada Comunión, acompañar a sus familiares, para dar testimonio de servicio. También puede ayudar al sacerdote en la distribución de la comunión en la Santa Misa, de llevar a Nuestro Señor a los enfermos que no puedan asistir a la Eucaristía como también repartir el pan eucarístico en las celebraciones de la Palabra de los domingos en los templos o capillas que el sacerdote por diversos motivos no puede estar presente para presidir la Misa.

Desde acá felicitamos y acopañamos con nuestra oración, a Olivia y Fernando, para que continúen dando testimonio humilde y honroso, en el servicio y la caridad, bajo la protección de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro 

¡¡¡Enhorabuena !!!